En Vietnam los currys, aunque no son tan famosos como en la India o en Tailandia, también tienen su protagonismo en la gastronomía. Se preparan de una forma más suave y bastante menos picantes pero igual de deliciosos. Además, a modo de curiosidad, es muy común prepararlos mezclando pasta y polvo de curry con lo que se encuentran a medio camino de los tradicionales currys indios y los sur asiáticos.

En primer lugar comenzaremos a preparar el curry. Para ello, en una trituradora colocaremos el diente de ajo el tomate, el trozo de jengibre y la mezcla de los dos currys: la pasta y el polvo.

Añadiendo un poquito de agua para que muela todo bien, batiremos estos ingredientes hasta conseguir una pasta fina y homogénea.

En una sartén o wok con un poco de aceite de girasol, freiremos un poquito la pasta obtenida tras el triturado. Aproximadamente unos 10 min o hasta que el aceite suba a la superficie.

Añadimos las zanahorias y las patatas en trozos, la leche de coco, el caldo de pollo, la salsa de pescado, el azúcar y opcionalmente un poco de guindilla si nos gusta picante.

Removeremos todo y dejaremos cocinar hasta que la salsa alcance la textura deseada.

Para preparar el magret de pato simplemente habrá que seguir los cinco primeros pasos de mi receta de magret de pato con manzanas.

A la hora de servir, cortaremos la carne en finas láminas que pondremos sobre una cama de nuestro curry y acompañado con arroz blanco o unos noodles salteados.